Fue reconocido internacionalmente como gran deportista, respetado juez internacional y ejemplar dirigente. Se desempeñó como maestro en la Escuela de Caballería de Quillota. También fue instructor del Instituto Ecuestre de Adiestramiento de Alemania y presidió durante varios períodos la Federación Ecuestre de Chile.

Influyó en el gusto por el caballo e inculcó la doctrina Alemana que primaba a principios del siglo XX. Su hermano, don Elías Yáñez, en Estocolmo 1912, fue el primer chileno en participar en la disciplina de salto en unos Juegos Olímpicos.

En uno de los tantos homenajes recibidos fue condecorado por el Rey de Suecia. En 1981, reunido en la ciudad alemana de Baden, el Comité Olímpico Internacional junto a la FEI , lo distinguieron como El Mejor Jinete del Mundo. Era conocido en el mundo ecuestre como “El Maestro”.

Este premio lo ganó principalmente por obtener cinco veces el Gran Premio en los concursos internacionales de Madison Square Garden en Nueva York. Este ha sido el principal premio que ha recibido un deportista chileno en la historia.

Eduardo Yáñez perteneció a una generación de oro y de destacados equitadores chilenos como Hernán Vigil, Ricardo Echeverría, Alberto Larraguibel, Óscar Cristi y César Mendoza.

Durante sus mandatos como presidente de la FECH, nuestro equipo nacional tuvo destacadas participaciones en Sudamericanos, Juegos Panamericanos y Juegos Olímpicos.