Certificación de Clasificadores Impulsa el Deporte Paraecuestre hacia Nuevos Horizontes

En el Club Hípico Uruguayo, dos destacados kinesiólogos chilenos obtienen la certificación de clasificadores para jinetes y amazonas paraecuestres, promoviendo la justicia deportiva y proyectando un futuro brillante para la disciplina

 

Recientemente, tuvo lugar en Uruguay el curso de clasificadores, específicamente en el Club Hípico Uruguayo, ubicado en la Ciudad de La Costa. Este proceso otorga a los participantes el título de «clasificador», permitiéndoles categorizar a los jinetes y amazonas paraecuestres. Esta capacidad les permite determinar con precisión dónde pueden desarrollarse físicamente, independientemente de su experiencia en el ámbito ecuestre.

En este evento destacaron dos chilenos: Andrés Reyes, un kinesiólogo de 33 años, y Ariel Abarca de 28 años, kinesiólogo y coordinador terapéutico del Centro de Equinoterapia de Antofagasta. Ambos obtuvieron la certificación de clasificadores, respaldada por la Federación Ecuestre Internacional, lo que contribuye a la equidad en las competiciones paraecuestres al igualar los niveles de rendimiento de los participantes en los concursos.

A raíz de este acontecimiento, Abarca subraya la importancia de este título, que permite a los jinetes paraecuestres obtener su categoría, un aspecto que hasta ahora carecía de estandarización y que, mediante este proceso, organiza y regula la competencia paraecuestre. «Es sumamente necesario (…) Tener orden y que cada jinete esté categorizado en su grado correcto hará que la disciplina sea justa. Por tanto, esto nos sirve para educar a la comunidad paraecuestre y a la población», destaca el chileno, a lo que Araya añadió: «Es crucial determinar con precisión dónde pueden desarrollarse físicamente, independientemente de su experiencia ecuestre».

Aunque el Centro de Alto Rendimiento garantiza el buen funcionamiento de los deportes paralímpicos, según Abarca, la funcionalidad adecuada del deporte paraecuestre carece de información científica. Por esta razón, la obtención de este certificado abre puertas a la disciplina paraecuestre para tener una mayor proyección en el futuro. Así lo enfatizó Araya, quien comentó: «La formación me ha proporcionado herramientas valiosas, y hoy siento que puedo devolver un poco de lo que he aprendido en el ámbito de la equinoterapia, ahora centrado también en la parte deportiva».

Como resultado de estas certificaciones, la Federación Ecuestre de Chile y su Comisión Paraecuestre ha dejado claro su compromiso con la mejora y proyección. Araya destaca que la comunidad paraecuestre tiene un futuro brillante y que la certificación de clasificadores es un paso fundamental para lograrlo, incluso para tener representantes en el extranjero a través de la FEI.

La certificación allana el camino hacia un futuro prometedor para el deporte paraecuestre, estableciendo las bases de una disciplina deportiva que, aunque no es tan visible, está en pleno desarrollo.

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