El derribo del salto número 2, un vertical de 1,55 metros, dejó fuera de la final olímpica a Samuel Parot, quien condujo con maestría a «Dubai» en la eliminatoria del salto ecuestre en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
El armado hecho por el español Santiago Varela exigió al máximo a los 73 binomios clasificados y en la medida que fue avanzando la eliminatoria, pasar con cero falta se transformó en el pasaporte para avanzar a la final. De hecho, 25 de los 30 jinetes que pasaron a la definición, terminaron su pasada sin derribos.
Eso explica la frustración de Parot, quien con 4 puntos de penalización finalizó en el puesto 31, lo que lo dejó fuera por un lugar de la final olímpica. «Una pena esas cuatro faltas. Es un salto que no debería haber caído nunca. El caballo miró hacia abajo, en el cajón, y no despegó. Yo pensé que sí o sí clasificábamos a la final, porque el caballo está saltando muy bien. Estoy triste, pero es así». dijo el jinete nacional.
Figuras de la talla de Kent Farrington de Estados Unidos, Marlon Modolo de Brasil, Steve Guerdat de Suiza y Willem Greve de Alemania también tuvieron derribos y quedaron en la misma situación de Parot, quien además se situó con el segundo mejor latinoamericano de la eliminatoria, por detrás del brasileño Yuri Mansur, quien fue el único de esta latitud en avanzar a la pelea por las medallas que será este miércoles.
En su segunda participación olímpica, Parot mostró categoría y experiencia, lo que lo sitúa sin lugar a dudas como una importante carta del salto chileno para los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 y los Juegos Olímpicos de Paris 2024.